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VER GALERÍA DE IMÁGENESJosé Mauricio Salcedo Caída de agua, Boyacá. Banco de Imágenes Ambientales (BIA), Instituto Alexander von Humboldt
La cuenca del Magdalena – Cauca pocas veces se asocia a una gran biodiversidad, como la del Amazonas o la del Pacífico; sin embargo, tiene una gran variedad de ecosistemas.
A diferencia de otras cuencas en las que predominan uno o dos ecosistemas, la topografía de las cordilleras en Colombia hacen que haya una gran diversidad de ecosistemas, desde páramos, bosques secos, bosques lluviosos hasta ciénagas y pantanos, lo que propicia que la cuenca del Magdalena cuente con una gran variedad de flora y fauna.
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VER GALERÍA DE IMÁGENESTerra Firma et Novum Regnum Granatense et Popayan [s. f.]. Amstelodami, Joannes Sansonius. Biblioteca Luis Ángel Arango
La cuenca de los ríos Magdalena y Cauca tiene una superficie de 273.459 km2, lo que equivale a cerca del 24% del territorio colombiano; en ella vive alrededor del 77% de la población de nuestro país. Toda la cuenca se encuentra en territorio colombiano y une a dieciocho departamentos y 728 municipios.
Sus principales ríos, el Magdalena y el Cauca, nacen en el Macizo Colombiano; el primero en el páramo de las Papas, a 3.685 m.s.n.m., y el segundo en el cerro del Cubilete, a una altura de 3.280 m.s.n.m.
El proceso de formación de la cuenca se inició hace aproximadamente cuarenta millones de años con el levantamiento de la cordillera de los Andes. Junto con el levantamiento de la Sierra Nevada de Santa Marta y el desplazamiento de la falla colombiana, se generó el hundimiento que se conoce como la Depresión Momposina, la cual en algunos sitios puede tener varios metros por debajo del nivel del mar. En esta depresión se formaron un gran número de ciénagas y lagunas de inundación que alimentan los ríos San Jorge, Cauca, Magdalena y Cesar.
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VER GALERÍA DE IMÁGENESEmbouchure du Cauca, (Desembocadura del Cauca) Tomado de Le Tour de monde. Paris, Librería Hachette, 1869, p. 109
Desde la época prehispánica, la mayoría de los habitantes del territorio que hoy es Colombia se organizaron alrededor de la cuenca de los ríos Magdalena y Cauca. Por la topografía de la región, la población se dividió en tres grandes zonas: la costa Caribe, el oriente en los valles y altiplanicies del Magdalena y el occidente en los valles y altiplanicies del río Cauca.
El eje articulador de estos territorios fueron los ríos Magdalena y Cauca. No sólo se conectaron las altiplanicies andinas y la costa Caribe, sino que también eran la vía de conexión con otros países, pueblos y culturas. En sus riberas se fundaron las principales ciudades, por estos ríos arribaron los conquistadores y los misioneros, y por sus aguas salieron los principales productos de exportación.
Navegar río arriba era una gran travesía, lenta y llena de dificultades. Las embarcaciones avanzaban a contracorriente impulsadas por la fuerza de los bogas. En cambio, viajar río abajo era más rápido y fácil.
Todo esto cambió cuando a mediados del siglo XIX comenzaron a navegar barcos de vapor importados de Europa y Estados Unidos. Aunque la navegación por el río disminuyó desde mediados del siglo XX, mientas aumentaban las carreteras y los ferrocarriles, en los últimos años se han iniciado varios planes para volver a hacerlo navegable.
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VER GALERÍA DE IMÁGENESFrancisco Nieto Montaño La pesca es una actividad económica importante para esta región, Valle del Cauca, Banco de Imágenes Ambientales (BIA), Instituto Alexander von Humboldt
Las inundaciones que se han presentado a lo largo de la cuenca del Magdalena – Cauca durante el 2010 y el 2011 han ocasionado graves problemas económicos y sociales, ya que la mayoría de la población y de las actividades económicas del país se desarrollan en ella.
Aunque durante siglos las dinámicas ambientales han alternado los periodos de lluvias y sequías, la deforestación de la cuenca, la falta de planeación territorial y el desconocimiento de los ciclos de la naturaleza, han ocasionado el aumento de lo que llamamos desastres naturales.
No obstante, no siempre ha sido así. Diferentes culturas tienen una relación más armónica con la naturaleza y aprovechan los ciclos naturales para su beneficio. Uno de los mejores ejemplos fue el de los zenúes, que habitaban la región de la Depresión Momposina. Esta sociedad hidráulica construyó un sistema de canales de drenaje que les permitía controlar las inundaciones y adecuó zonas extensas para sus viviendas y sobre todo para cultivar a proveerse de agua durante todo el año, tanto en épocas de inundaciones como de sequía.