
Durante las primeras horas de la noche, hubo también la diversión propia de la época, o sea el Rosario, muy parecido al de Santa Rosa. En el de Leiva, vimos entre los matachines, que éste es el nombre que dan a los enmascarados que amenizan estas funciones y la del Corpus, un muchacho indígena disfrazado de indio salvaje, y adornado con hojas de helecho, como si quisiese tributar este recuerdo a sus progenitores. Tomé un apunte de este extraño y ridículo personaje, y lo hubiera hecho de todos los demás, si hubiese tenido tiempo para ello.
20 12 de 1871