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Cúcuta después del terremoto de 1875

Ciudades y pueblos 1883-12-08 Cúcuta, Norte de Santander, Colombia Tomo XI
A la entrada de la población hay un puente de mampostería con una de sus extremidades formada de maderos. Desde allí empieza ya el poblado y el valle se ensancha hacia el Occidente. Las primeras casas son de aspecto pobre, formadas de madera y barro y están habitadas por las clases más ínfimas. Allí empiezan ya a verse las ruinas de los edificios derribados por el terremoto, y sobre ellas y en cobertizos improvisados viven algunas familias indigentes. Más adelante siguen todavía los montones de escombros que produjo la misma catástrofe, y entre ellos se vuelven a levantar las nuevas viviendas, dando a las calles mayor anchura y construyendo las casas de un solo piso, con maderos entramados y con las condiciones necesarias para que su misma falta de solidez les sirva de garantía contra nuevos y muy probables accidentes.

Una calle de Cúcuta antes del terremoto
Tomo XI
Una calle de Cúcuta antes del terremoto
1883-12-08
Anónimo
Fotografía sobre papel
11 x 14,4 cm

Siguiendo nuestra hipótesis y apoyados en el hecho de que allí se sienten con lamentable frecuencia grandes ruidos subterráneos y temblores más o menos intensos, creemos que a la depresión del valle por su parte superior corresponde una cavidad de la costra sólida del globo por la parte inferior, donde los gases producidos por el fuego central trabajan con ahínco en busca de la salida hacia el exterior, y no pudiendo vencer la resistencia, dirigen su corriente hacia los volcanes más próximos, produciendo a su paso los movimientos sísmicos que de cuando en cuando se notan y amenazando con nuevas y más terribles catástrofes un suelo trabajado tan continua como tenazmente.

Fui a hospedarme al hotel Santander, uno de los mejores de la población, donde recibí la visita de muchos amigos.

Al recorrer las ruinas que se hallan hacia el Sur de la población actual, se ve todavía parte de las paredes de los principales edificios, y aún se distingue la dirección de las antiguas calles entre los escombros cien veces revueltos por la piqueta y el azadón de los que durante algún tiempo tuvieron por único oficio buscar el dinero, enterrado con sus poseedores en la repentina catástrofe (18 de mayo de 1875).

Allí empiezan ya a verse las ruinas de los edificios derribados por el terremoto, y sobre ellas y en cobertizos improvisados viven algunas familias indigentes


Conservando yo algunas fotografías de la población antigua, pude hacer comparaciones en que la ventaja está de parte de la moderna. En las anchas y rectas calles de que hoy se compone la ciudad, se ven muchas palmeras de coco, tamarindos, mangos y otros árboles que ocupaban antes el interior de algunas casas, y que, con el nuevo trazado, han venido a quedar sin concierto ni orden en medio de la vía pública, conservándolos tal vez en ella por un recuerdo respetuoso. Al pie de uno de aquellos árboles, que nos designaron, se hallaba sentado el padre de una numerosa familia que quedó toda sepultada por el terremoto, salvándose el jefe de ella por aquella casual circunstancia.

Una calle en la nueva Cúcuta
Tomo XI
Una calle en la nueva Cúcuta
1883-12-08
Anónimo
Fotografía sobre papel
15,5 x 21,7 cm
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