Desde 1998, Juan Pablo Echeverri (Bogotá, 1978-2022) comenzó a frecuentar las cabinas de Foto Japón para hacerse un retrato cada vez que cambiaba de apariencia. En principio, esas fotografías acompañaban un diario escrito que el artista llevaba desde 1995 y se las tomaba cuando tenía un nuevo corte de cabello o un look novedoso. Poco a poco, esta actividad se convirtió en un ejercicio de doble vía, pues un cambio en su aspecto generaba una nueva fotografía, pero al mismo tiempo cada nueva fotografía proponía que se realizara un nuevo cambio que había que registrar. Fue así como desde el 1º de junio del 2000, tomarse una fotografía de formato 4×5 cm se convirtió en una actividad cotidiana que Echeverri hacía dondequiera que estuviese. Ya no solo marcaba una transformación en su apariencia, sino eran muestra también del paso del tiempo, la transformación de su rostro y la imagen convertida en memoria.

Esta obra, al igual que el resto de la producción de Echeverri, se enmarca en la continua búsqueda del artista en la autorrepresentación y del yo, ese otro que nos habita y que al mismo tiempo desconocemos. En la selección que aquí se presenta se recogen 2.380 de esas fotografías, tomadas entre los años 1998 y 2010.