Como médica y artista, la formación de Libia Posada (Medellín, 1959) es crucial en su visión del mundo y la construcción de su obra. A partir de ese universo mixto, Posada creó la serie Signos cardinales: cuadernos de geografía, en la que confluyen simbólicamente los puntos de ubicación en un territorio y, a su vez, los puntos de dolor de una sociedad identificados en las piernas de mujeres desplazadas por el conflicto colombiano. En el proceso de realización de la obra, Libia Posada trabajó con las mujeres fotografiadas; levantaron juntas los mapas del camino recorrido desde sus casas hasta el lugar en que se establecieron; revivieron los recuerdos de su andar y valoraron sus pies y sus piernas, sus pasos como fortaleza de vida. A partir de sus relatos, la artista generó una relación entre historia y cartografía corporal, resignificándola como territorio. Además, antes del dibujo, copiando el ritual del lavatorio católico, Posada descalzó, lavó y limpió los pies de estas mujeres en un acto de valoración de esta parte del cuerpo, como vehículo de paso por los territorios de los que habían huido o de los que habían sido despojadas violentamente. En la obra, el mapa trasciende el papel y el paisaje se integra al cuerpo, de la misma forma que el cuerpo y los pasos constituyen el territorio.